Qué importancia tienen los suelos agrícolas y cómo están catalogados

Sin duda alguna para los profesionales de la materia el color agrícola sirve para determinar las condiciones de cada suelo en particular.

Los suelos agrícolas son fundamentales para que cada cultivo crezca, se desarrolle y produzca un rendimiento, es de gran importancia en la rentabilidad de los cultivos. 

En cada uno de los suelos es donde se almacena el agua de la lluvia, este agua se almacena a través de los poros que hay en las partículas de la tierra. También es el lugar donde se desarrollan las reacciones físico químicas de los nutrientes y los minerales. 

De aquí la importancia del color del suelo para la fertilidad de la explotación. 

¿Qué tipos de suelos agrícolas hay? 

La edafología ha estudiado la importancia de los suelos y con ellos los diferentes que existen, los catalogan de tal forma: 

  1. Suelos arenosos
  2. Suelos calizos
  3. Suelos humíferos
  4. Suelos arcillosos
  5. Suelos pedregosos
  6. Suelos mixtos

Suelos arenosos: 

Este tipo de suelos está conformado por arena, compuesta por pequeñas partículas de rocas, los suelos de este tipo de clase son poco aptos para la agricultura, siendo muy difícil que se produzca el crecimiento de ciertos cultivos en él. Hay algunas plantas como es la salvia que sí que podría crecer en este tipo de suelos. 

Suelos calizos: 

Otro tipo de suelo que no es recomendable para realizar tareas de agricultura, estos se caracterizan por tener altos niveles de sales calcáreas en su composición. Aunque son ricos en nutrientes, hay ciertas plantas que no pueden crecer en él por la falta de hierro y zinc, este tipo de suelos calizos erosionan fácilmente y en época de lluvias pueden inundarse con gran facilidad. 

Suelos humíferos: 

Cuando hablamos de tierra fértil, hacemos referencia a este tipo de sueños, son aptos para el cultivo y son la mejor opción debido a su composición en materia orgánica. Este tipo de suelos, se caracteriza no solo por su color oscuro, sino también por absorber perfectamente el agua, aportando beneficios para la vegetación, gracias a su combinación de elementos orgánicos (Hojas, tallos, semillas, excrementos, etc.) 

Suelos arcillosos: 

Este tipo de suelo se caracteriza por el nivel de arcilla que hay en ellos, suelen ser de color rojizo aunque también pueden encontrarse tonalidades amarillentas. Este tipo de suelos se mezclan con los suelos humíferos llegando a ser útiles para el cultivo, aunque si que es verdad que este puede sufrir inundaciones. 

Suelos pedregosos: 

Este tipo de suelos se identifican a simple vista y es que están compuestos por rocas y piedras de diferentes tamaños, este tipo de suelo es complejo para el cultivo y son difíciles de tratar. 

Suelos mixtos: 

Por último este tipo de suelo está compuesto por los suelos arenosos y arcillosos, pudiendo aprovechar los beneficios de cada una de las clases de suelos, reduciendo los inconvenientes que ambos tienen a la hora de cultivar. 

¿Cómo puedo averiguar que tipo de suelo tengo? 

Algo evidente para saber qué tipo de suelo tengo, es importante buscar el asesoramiento y conocimiento de personas capaces de realizar este tipo de investigaciones. Para conseguir unos resultados óptimos, es importante cavar pozos en diferentes épocas del año 

  1. Inspección visual del suelo 
  2. Análisis del suelo 

Es importante contemplar muchos aspectos para poder gestionar de forma global la explotación, un control analítico, del tipo de suelo, la maquinaria, las diferentes tareas son factores clave para que una explotación agrícola se controle y aumente su rentabilidad. 

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